Bodas con temática vintage: cómo incorporar la comida y los tragos en el concepto
¿Qué significa "vintage" aplicado a una boda?
Antes de hablar de menú y barra, es importante comprender qué representa una boda vintage. No se trata de reproducir con exactitud una época histórica, sino de inspirarse en la estética, los objetos y el espíritu de décadas pasadas —generalmente entre los años 20 y los 70— con un enfoque romántico, cálido y personalizado.
Lo vintage es imperfecto, artesanal, encantadoramente antiguo, y celebra los pequeños detalles que cuentan historias.
Comida con sabor a tradición
En una boda vintage, el menú ideal no es necesariamente sofisticado ni de vanguardia. Al contrario: apela a lo casero, lo familiar, lo reconfortante. Estas son algunas ideas:
Platos clásicos, con presentación moderna
- Mini empanadas caseras, tarteletas de verduras o canapés inspirados en recetas de abuelas.
- Asados a la vista, tablones con fiambres, quesos y panes rústicos.
- Estaciones de sopas o guisos servidos en pequeñas cazuelas de cerámica, perfectos para bodas de otoño o invierno.
Buffets o estaciones temáticas
El formato buffet es muy compatible con el estilo vintage. Podés incorporar estaciones de comida inspiradas en distintas décadas: un puesto de sándwiches estilo años 50, una barra de tartas y ensaladas con estética de picnic antiguo, o una mesa de postres que parezca sacada de una cocina de los años 60.
Dulces con historia
- Tortas de varios pisos decoradas con flores naturales, encajes comestibles o frutas frescas.
- Cupcakes, brownies, alfajores, budines y pasteles típicos, dispuestos en bandejas de porcelana antigua.
- Una mesa dulce con vajilla despareja, frascos de vidrio, servilletas de lino y etiquetas caligrafiadas.
Tragos con espíritu retro
La barra de bebidas es otro espacio ideal para reforzar la estética vintage. En lugar de los tragos contemporáneos, podés optar por cócteles clásicos que evoquen otras épocas. Algunas ideas:
Cócteles de época
- Martini, Manhattan, Old Fashioned o Negroni: tragos elegantes y atemporales.
- Gin tonic con pepino, Mimosa o Spritz para opciones frescas y suaves.
- Ponche servido en bol, con cucharón y copitas, como en las fiestas de antaño.
Estación de limonadas y jugos
Decorada con frascos grandes de vidrio, frutas frescas y etiquetas vintage, esta estación puede incluir limonada casera, té helado, jugo de pomelo con menta o agua saborizada con romero.
Café y licor como en casa
Una mesa de café con tazas antiguas, azucareros de porcelana y botellitas de licor casero (como limoncello o licor de café) es un cierre perfecto para una boda con aire nostálgico.
Detalles que suman
Incorporar la comida y los tragos al concepto vintage también implica cuidar los detalles de presentación:
- Vajilla antigua, o de estilo clásico, mezclada con piezas heredadas o alquiladas.
- Frascos, damajuanas, latas decoradas, cubiertos envejecidos y servilletas de tela.
- Carteles caligrafiados a mano que indiquen el nombre de cada plato o bebida.
- Centros de mesa comestibles: paneras con panes caseros, canastas con frutas, o botellas de aceite aromático como obsequio.
Un menú que cuenta una historia
Una de las claves para lograr una boda vintage auténtica es que la comida no sea solo decoración, sino parte de la historia que se cuenta. ¿Tenés una receta familiar que te emociona? ¿Un trago que compartieron en la primera cita? ¿Un postre típico de tu abuela? Incorporar esos detalles convierte al banquete en una extensión de los novios.